Howth y la noche Dublinense

Es increíble esta sensación de poder sorprenderte de todo todo el tiempo. Me levanto con una leve idea de lo que voy a hacer y después me encuentro envuelta en situaciones como: Tratar de decifrar que carajo quisieron decir quienes portan acento irlandés, esperar el colectivo en la parada y escuchar 3 idiomas distintos, leer y escuchar indicaciones tanto en inglés como en gaélico, interactuar con gente demasiado amable, conocer lugares increíbles, costumbres, comidas, códigos, formas.. Nada lo puedo dar por sentado porque todo es nuevo. Desde esa sensación es que tengo la incontenible necesidad de fotografiar cualquier cosa.
Ayer a la noche fuimos con Diego y un amigo de él que vive acá (Christian) a por unas birras irlandesas. Yo muy medida me tomé un solo vaso de la mejor cerveza que probé en mi vida (ahumada) cuyo nombre no recuerdo pero permanece en una foto por supuesto. La noche acá es bizarrísima. Las mujeres suelen vestirse MUY ligeras de ropa, con zapatos tan altos que no pueden caminarlos y después de tomar como descocidas ni les cuento las escenas que se ven por las calles. Calles que parecen un boliche por la cantidad de gente y el clima que se respira. Los hombres se suelen poner muy borrachos también.. con esos pedos en los que gritan mucho y dicen muchas boludeces. Todo este escenario toma lugar en los alrededores del famoso bar "the temple bar" que es la zona donde abundan pubs y bares.
Lo loco de esta ciudad es que estás caminando una calle llena de gente, doblaste a la derecha y la cuadra está absolutamente vacía. Así de camibante es también el clima... en 5 minutos la temperatura puede variar 10 grados o más.. (o por lo menos esa es mi sensación). Camino dos cuadras me saco el abrigo, camino otras dos y me cago de frío.. es medio molesto. Por toda la ciudad andan volando unas gaviotitas verdaderamente hermosas que no me canso de admirar. Hoy fuimos con Diego a los acantilados en la localidad de Howth, un lugar pesquero maravilloso, con unos paisajes que llenan el espíritu. Caminamos muchísimo hasta que nos tiramos en el pasto a escuchar el agua y los pájaros, decidí volver algun día para hacer todo de nuevo con más tiempo y mejor equipados (ya que no habíamos llevado ni comida ni agua por no saber que había un trekking antes de llegar a los acantilados).
Hasta aquí el relato de hoy, seguiré compartiendo con Uds. todo lo que pueda!